Hola a tod@s:
Ya estamos de vuelta a Chile, al veranito, aunque no nos importaría pasar dos inviernos seguidos, jaja.
En noviembre, vinieron nuestros amigos Luisa y Antonio a vernos, y es de agradecer porque estamos un poquito lejos, a 12.000km de nada, trece horas y media de avioncito, no está nada mal.
Total, que cuando estuvieron aquí intentamos los fines de semana hacer excursiones para que conocieran Chile.
Una de las veces, fuimos a las Lagunas del Maule, pero resulta que como es uno de los pasos a Argentina, estaban arreglando la carretera que atraviesa toda la cordillera, y por tanto estaba cortada, con lo cual no pudimos llegar a la misma laguna pero por lo menos vieron la cordillera, que como ya os he dicho en otras ocasiones es una maravilla.
De vuelta a Curicó íbamos por una carretera dentro de una población y vimos atravesar una gallina. Antonio en ese momento iba muy despacio, pero bajo todavía más la marcha para no atropellarla. Mientras el frenaba los 3 (Luisa, Antonio y yo, Yago no porque no sabia hablar), empezamos a decir “la gallina, la gallina, la gallina” jajaja. Total que al final salvamos la gallina pero una furgoneta que iba detrás yo no sé a donde estaba mirando que nos dio un golpe impresionante, con deciros que movió mi coche 10 metros, eso que pesa muchísimo.
Su coche no quedó muy bien parado, sin embargo el mio perfecto, se metió el parachoques y salió como sí nada.
Yago con el golpe se puso a llorar del mismo susto, menos mal que iba en un sillita y con sus cinturones y no le pasó absolutamente nada, menos mal.
Se baja Antonio del coche y se dirige al conductor de la furgoneta, el cual iba con su super chupalla (es como el sombrero cordobés). El hombre encima le dice que porque ha frenado, a lo cual Antonio le responde que por no matar una gallina. El tío le dijo que no tenía que haber parado, será “asesino de gallinas”….pero lo malo es que cuando lo contábamos por aquí nos decían lo mismo, alucinad.
Le pregunta Antonio por su seguro, ya que el era quien nos había chocado. Y el hombre le dice que para que necesitaba seguro, alucinad, jaja.
Por ello, y por miedo a que al coche aunque no se le viera sí tuviera algo afectado, llamó a carabineros (policías), los cuales iban a venir “al tiro”, pero por no variar tardaron.
Cuando llegan nos dicen, que como Antonio, Luisa y yo nos quejábamos un poco del cuello, del mismo golpe, fuéramos al Hospital Público de Talca.
Por tanto dirección al hospital, allí resulta que como Luisa no tenia el pasaporte para evitar rollos, dijo que ya se lo miraba cuando llegara a España, lo lista que fue, porque para lo que le iban a hacer…
Estando dando los datos para admisión de urgencias, aparecen 4 carabineros con chalecos y metralletas, y dos adolescentes esposados de manos y pies y una cadena que unía las dos esposas, parecía de película. Las zapatillas las llevaban sin cordones. Yo me vi el percal y la verdad es que pensé “¿qué hacemos aquí?”.
Nos hacen entrar a Antonio y a mi a Urgencias, Dios Mío, aquello me recordaba a los hospitales de campaña que ponen en las guerras, Igual. Había muchísima gente en camas, sillas de ruedas improvisadas con una silla de plástico de terrazas… sin comentarios, a una señora le estaban lavando con papel de cocina, y yo al lado de los presos mientras a Antonio y al otro conductor es sacaban sangre para hacerles la prueba de la alcoholemia.
Antonio estaba muy atento a ver de donde sacaban la jeringuilla, cualquiera se fía… Para apretarle el brazo, en lugar de la goma que se usa, utilizaban un guante de plástico. Al otro conductor tuvieron que pedirle que se quitara el sombrero, se ve que lo llevaba enroscado.
Luego viene el médico y nos dice: ¿qué les duele? Le decimos que el cuello, lo apunta en una libreta y ni nos mira, ni radiografía ni nada de nada, menudo diagnóstico. Antonio dice que a lo mejor hacen las radiografías a carboncillo porque viendo la escena… Lo que se perdieron Antonio y Luisa, tenían que haber entrado para ver las diferencias… Menos mal que yo tuve a Yago en una clínica porque si me meten ahí, me escapo a dar a luz en casa, como nuestras abuelas, jaja.
El otro conductor tenia 34 años, uno menos que yo, que mal se conserva, más joven que yo y parecía mi padre jajaja.
El caso es que al fin salimos de esa pesadilla, y como Antonio no llevaba la documentación suya, ya que se la había olvidado en la empresa, encima le pusieron “un parte” una multa… esto es el colmo.
Yo fui al día siguiente al concesionario para que vieran mi coche y estaba impecable, como dicen aquí “impeque”.
Pero esto no es todo, le dieron a Antonio el parte del accidente, y era increíble.
1. Ponía que mí coche es amarillo, y es gris oscuro, los carabineros tienen que ir al oculista.
2. Decía que había sucedido en otra carretera distinta a la real, carabineros con problemas de orientación
3. En algunos lugares yo aparezco casada en otros soltera, los carabineros por lo visto son como los curas.
4. Párrafos: “sorpresivamente se atravesaron algunas aves de corral (gallinas)”, carabinero con suspenso en matemáticas, era 1 gallina.
5. Mi diagnostico fue “cervicologia” alucina, ciencia de cervicales nooo? Sin comentarios…
Moraleja: Los carabineros se hacen sus propias películas
Espero que os hayáis reído.
Un besito
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